La Organización Meteorológica Mundial aboga por proteger las frecuencias radioeléctricas imprescindibles para las observaciones de la Tierra

28 de junio de 2019

El Congreso Meteorológico Mundial, órgano supremo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha destacado la necesidad de proteger las frecuencias radioeléctricas asignadas a servicios que permiten realizar observaciones de la Tierra. Si se ponen en peligro esas frecuencias, se ponen en peligro los pronósticos meteorológicos y los servicios de aviso y, por tanto, también las vidas de las personas.

El Congreso Meteorológico Mundial, órgano supremo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha destacado la necesidad de proteger las frecuencias radioeléctricas asignadas a servicios que permiten realizar observaciones de la Tierra. Si se ponen en peligro esas frecuencias, se ponen en peligro los pronósticos meteorológicos y los servicios de aviso y, por tanto, también las vidas de las personas.

Así pues, el Congreso ha aprobado una resolución en virtud de la cual expresa su "profunda preocupación por la amenaza continua que plantea el desarrollo de otros servicios de radiocomunicaciones a varias bandas de frecuencias radioeléctricas asignadas a los servicios de ayudas a la meteorología, de satélites meteorológicos, de satélites de exploración de la Tierra y de radiolocalización (radares meteorológicos y perfiladores de viento)".

El Congreso Meteorológico Mundial se reúne cada cuatro años y es la máxima instancia decisoria de la OMM. Su resolución pone de manifiesto la gran inquietud que la creciente competencia por los anchos de banda suscita en la comunidad meteorológica y de observaciones de la Tierra en todo el mundo.

Los servicios de emisión de pronósticos meteorológicos y avisos de peligro de los Miembros de la OMM son decisivos para proteger vidas y bienes materiales frente a peligros naturales como los ciclones tropicales. Gracias a la oportuna emisión de avisos, en los últimos decenios la cantidad de víctimas mortales se ha reducido de forma muy considerable.

Esas mejoras son consecuencia directa del uso de equipos de teledetección basados en frecuencias radioeléctricas. Los datos obtenidos de esos equipos se incorporan directamente a sistemas de predicción numérica del tiempo que proporcionan predicciones más exactas para períodos más prologados.

Sin embargo, la tecnología inalámbrica y otras aplicaciones, incluidos los servicios de Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT) que comprenden tecnologías nuevas como el 5G, someten el uso del espectro radioeléctrico a una presión cada vez más intensa.

El Congreso señaló que, si bien no se opone a la asignación de frecuencias a tecnologías nuevas como el 5G, el hecho de no gestionar las emisiones interferentes procedentes de esas nuevas tecnologías de telecomunicación repercutirá notablemente en las actividades de teledetección. Por consiguiente, ello podría suponer la pérdida de muchos de los logros conseguidos en nuestros sistemas de aviso de peligros naturales y, por tanto, podría incrementar las víctimas mortales y las pérdidas materiales.

La principal preocupación es la banda de frecuencia "pasiva" de 23,6 a 24 GHz asignada a las observaciones satelitales, adyacente a la banda de 24,25 a 27,5 GHz reservada al 5G objeto de debate. Según los actuales estudios del Sector de Radiocomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) realizados para todas las bandas de frecuencias, solo una importante reducción de las emisiones interferentes de las IMT-2020 puede garantizar la protección de los sensores (pasivos) del Servicio de Exploración de la Tierra por Satélite (SETS), en particular en el caso de la banda "pasiva" de 23,6 a 24 GHz.

La resolución del Congreso hace un llamamiento a la UIT y a las Administraciones de sus Estados Miembros: 

  • para que garanticen la disponibilidad y la absoluta protección de las bandas de frecuencias radioeléctricas que, debido a sus características físicas especiales, son un recurso natural único para la teledetección pasiva de parámetros atmosféricos y de la superficie de la Tierra a bordo de vehículos espaciales, y de importancia fundamental para la investigación y las operaciones relativas al tiempo, el agua y el clima;
  • para que presten la debida consideración a las necesidades de la OMM en cuestiones relativas a la asignación de frecuencias radioeléctricas y las disposiciones reglamentarias para las operaciones e investigaciones meteorológicas y medioambientales conexas.

La OMM y la UIT han trabajado en estrecha colaboración durante muchos años para salvaguardar esas frecuencias radioeléctricas especiales por conducto del Reglamento de Radiocomunicaciones de la Unión, pero corresponde a los Miembros de esas organizaciones tomar nota de los estudios científicos sobre la materia y velar por el mantenimiento y la sostenibilidad de las medidas de protección pertinentes.

La resolución del Congreso hace hincapié en las cuestiones siguientes:

  • la importancia primordial de los servicios de radiocomunicación específicos para las actividades meteorológicas y medioambientales conexas, necesarias para la detección y la alerta temprana de peligros y la prevención y la atenuación de los efectos de los desastres naturales y tecnológicos (de origen humano), la seguridad de la vida humana y los bienes materiales, la protección del medioambiente, los estudios sobre el cambio climático y la investigación científica;
  • la importancia de la información facilitada por los sistemas de exploración de la Tierra, por ejemplo, los sistemas meteorológicos destinados a una amplia gama de actividades económicas como la agricultura, el transporte, la construcción y el turismo;
  • la importancia capital de la asignación de bandas de frecuencias radioeléctricas adecuadas para el funcionamiento de los sistemas de observación meteorológica en superficie, en particular las radiosondas, los radares meteorológicos, los radiómetros y los perfiladores de viento;
  • la importancia capital de la asignación de bandas de frecuencias radioeléctricas adecuadas para el funcionamiento de los satélites meteorológicos y de investigación y desarrollo, incluidos la teledetección, la recopilación de datos y los enlaces para su distribución;
  • las consecuencias de la pérdida de frecuencias radioeléctricas críticas reservadas a la meteorología en los servicios que prestan los Miembros en apoyo de las actividades económicas antes mencionadas, así como de la protección de la vida y los bienes materiales, y de un posible deterioro de esos servicios;
  • los efectos de la aplicación de transmisiones tecnológicas comerciales futuras (por ejemplo, en la banda de 24 GHz que utiliza la tecnología 5G) en la capacidad de los Miembros para monitorizar y predecir variables relacionadas con la disponibilidad de recursos hídricos. 
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